Del OPOL a la lengua mixta: Estrategias para familias multilingües

La principal duda de los padres a la hora de utilizar lenguas extranjeras en casa es qué estrategia seguir. OPOL, o “Una persona, una lengua”, es una estrategia muy utilizada en los hogares multilingües para fomentar el desarrollo lingüístico de los niños. Es un patrón oro de la mejora bilingüe, pero a algunas familias les resulta difícil mantener sistemáticamente este enfoque. Considerar las limitaciones del método OPOL no es una mala idea. Exploremos algunos de estos posibles inconvenientes:

• Un posible problema de la OPOL es que puede provocar desequilibrios en el dominio de la lengua entre los miembros de la familia. Por ejemplo, si uno de los progenitores habla exclusivamente la lengua minoritaria, mientras que el otro habla la lengua mayoritaria, el niño puede llegar a dominar mejor la lengua mayoritaria, ya que está expuesto a ella con más frecuencia en un entorno más amplio.

• La coherencia es crucial para el éxito del OPOL. Sin embargo, mantener la coherencia puede ser un reto, sobre todo si hay factores externos que influyen en el uso de la lengua, como las interacciones sociales, la escuela o las preferencias lingüísticas de la comunidad.

• En los hogares en los que se aplica estrictamente el OPOL, los miembros de la familia pueden experimentar limitaciones en su capacidad para comunicarse libremente entre sí, especialmente si no dominan las lenguas designadas de cada uno.
• Los niños criados con OPOL pueden tener dificultades para integrarse socialmente en entornos donde se hable la lengua mayoritaria, como la escuela o con sus compañeros. Esto puede provocar sentimientos de aislamiento o dificultades para entablar amistades.

La cuestión es la elección individual de los niños. Es habitual que los niños se inclinen de forma natural por utilizar la lengua que más oyen cuando llegan a casa del colegio, lo que puede dificultar que los padres se atengan a hablar la lengua minoritaria de forma sistemática. Algunos niños también dudan en hablar la lengua minoritaria con sus amigos para no destacar, lo que supone otro reto para los padres. Y a la hora de hacer los deberes, los niños pueden preferir que se les ayude en la lengua que estudian en el colegio, lo que presiona a los padres para que cambien de idioma. Muchas familias que empezaron con OPOL acabaron optando por un enfoque lingüístico mixto más flexible, por considerarlo una opción más práctica.

En la elección de una estrategia lingüística influyen diversos factores prácticos y emocionales. Los padres deben decidir cómo garantizar tanto la calidad como la cantidad de la exposición lingüística, sobre todo a la lengua minoritaria, principalmente a través de las interacciones sociales. En este proceso de toma de decisiones influyen los conocimientos lingüísticos de los padres, sus preferencias y el contexto de la comunidad. La necesidad de utilizar el idioma también es una consideración fundamental, ya que los niños deben tener la oportunidad de utilizar ambos idiomas, especialmente el minoritario.

Sin embargo, no es el único enfoque disponible. He aquí algunas alternativas:

1. Lengua minoritaria en casa (ML@H): En este enfoque, la lengua minoritaria se utiliza exclusivamente en casa, independientemente del número de personas presentes. Los padres pueden hablar la lengua minoritaria entre ellos y con sus hijos.

2. Estrategia de tiempo y lugar: Esta estrategia consiste en asignar momentos o lugares específicos para cada lengua. Por ejemplo, una lengua puede hablarse en casa, mientras que otra se habla fuera de casa o durante determinadas actividades.

3. Política lingüística mixta: Algunas familias optan por adoptar una política lingüística mixta en la que ambos progenitores hablan las dos lenguas indistintamente o mezclan idiomas en las frases. Esto puede dar lugar a un entorno lingüístico mixto, que algunas familias encuentran más natural.

4. Exposición lingüística a través de los medios de comunicación: Otra alternativa es exponer a los niños a la lengua meta a través de medios de comunicación como libros, películas, música y programas educativos. Incluso si los padres no hablan el idioma con fluidez, esto puede proporcionar una exposición y ayudar a desarrollar las habilidades lingüísticas.

5. Participación en la comunidad, campamentos lingüísticos o programas de inmersión: En comunidades con una fuerte presencia de una lengua concreta, la participación en actividades comunitarias, como actos culturales o clases de idiomas, puede complementar la exposición a la lengua en casa.

6. Personas importantes cerca de los niños: Niñeras o Tutores Lingüísticos e Interacción con los Iguales.

Es importante que las familias tengan en cuenta sus circunstancias, preferencias y objetivos particulares a la hora de elegir un enfoque para fomentar el multilingüismo en su hogar. Lo que funciona mejor para una familia puede no ser tan eficaz para otra.

Algunos padres adoptan la estrategia lingüística elegida desde el principio, mientras que otros pueden recurrir a ella después de enfrentarse a dificultades, como cuando sus hijos empiezan la escuela, cuando llegan nuevos hermanos o si el progenitor de la lengua mayoritaria decide incorporar la lengua mayoritaria junto con la minoritaria, sobre todo en contextos de lengua minoritaria en casa (ML@H). La eficacia de la estrategia lingüística se pone realmente a prueba cuando los niños se integran en la sociedad. Como consecuencia, numerosas familias están reconsiderando sus estrategias para adaptarse a situaciones cambiantes. Reconocen que es posible que sus hijos no alcancen el mismo nivel de fluidez en la lengua dominante que sus homólogos monolingües hasta aproximadamente los 5 años de edad, aunque estén inmersos principalmente en el entorno de la lengua dominante. Las consideraciones emocionales intervienen en el mantenimiento de las estrategias después de que los niños comiencen la escolarización formal. A los padres les preocupa si los niños podrán integrarse cómodamente en el entorno que les rodea a medida que pasan cada vez más tiempo fuera de casa.

Recuerde también que los niños pueden resistirse a que el progenitor que habla en la lengua minoritaria hable en la lengua mayoritaria, ya que podría sonarles poco familiar o antinatural. Por el contrario, pueden preferir que el progenitor de la minoría se comunique en la lengua minoritaria, por considerarla más auténtica y genuina. Además, los niños pueden incluso expresar su preferencia por que ambos progenitores utilicen exclusivamente la lengua mayoritaria si no tienen confianza en la lengua minoritaria, sobre todo si tienen pocas oportunidades de utilizarla.

No tenga miedo de buscar las opciones del uso de lenguas mixtas. Una ventaja significativa es su capacidad para fomentar los vínculos entre padres e hijos en sus respectivas lenguas maternas, o en la lengua minoritaria si el progenitor de la lengua dominante decide participar. Normalmente, la lengua minoritaria se convierte en el principal modo de comunicación dentro de la familia, mientras que la lengua mayoritaria se reserva para las interacciones entre el progenitor de lengua mayoritaria y los niños cuando están solos. Con este planteamiento, los niños adquieren una comprensión más profunda del auténtico yo de sus padres, haciéndose eco de los beneficios observados en la OPOL y el método de una lengua dentro de dos progenitores. Además, esta estrategia proporciona a los niños un modelo bilingüe en su progenitor de lengua mayoritaria. Los padres sirven como modelos esenciales e influyentes en la formación de la identidad bilingüe de sus hijos, haciendo hincapié en la importancia de la participación de los padres en el desarrollo del lenguaje.

Hay que recordar que los niños de familias que utilizaban el OPOL no hablaban mejor la lengua principal que los de familias mixtas. Esto sugiere que la clave para criar niños bilingües puede estar más en cómo los padres utilizan las lenguas en casa que en ceñirse estrictamente al OPOL. Las familias deben tener en cuenta las limitaciones de cada estrategia lingüística y explorar formas diferentes que se adapten a sus circunstancias y objetivos particulares. El desarrollo eficaz del lenguaje en los niños depende de varios factores, como la implicación de los padres, la constancia y la exposición a ambas lenguas, lo que pone de relieve la importancia de adoptar enfoques flexibles adaptados a la dinámica de cada familia.

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